Ir directamente a la información del producto
Ruby Glow Blush

Ruby Glow Blush

Rocks Off - Vibrador sit-on

Precio de oferta  74,99€ Precio habitual  93,99€
Formas de pago
  • American Express
  • Apple Pay
  • Google Pay
  • Maestro
  • Mastercard
  • PayPal
  • Shop Pay
  • Union Pay
  • Visa

Envíos discretos

Devoluciones flexibles

Características de Ruby Glow Blush

Olvídate de usar las manos… y empieza a usar la imaginación. El Ruby Glow Rosa de Rocks-Off es un vibrador tipo sit-on que se coloca entre las piernas y hace lo suyo mientras tú simplemente te sientas. Literalmente.

Diseñado para estimular externamente la vulva y el perineo, su forma ergonómica y estable se adapta a tu cuerpo como si llevara tiempo esperando ahí. Pero si te apetece ir más allá, su eje curvado se transforma en un vibrador interno que acaricia el punto G con precisión deliciosa.

Con dos motores independientes y 10 modos de vibración profunda, puedes controlar la fiesta desde el juguete… o dejar que alguien más tome el mando con el control remoto. Solo, en compañía o mientras trabajas desde casa (ejem), este juguete sabe exactamente cómo ponerte en modo glow.

Detalles del producto:

Tamaño del producto

18,75 x 7,03 x 5,45 cm

Peso

216 g

Sumergible

Sí (IPX7)

Patrones de vibración

10 velocidades

Carga

USB

Conexión

Control Remoto

Material

Silicona médica y plástico ABS

Producto vegano

 

Contenido de la caja:

  • Vibrador Ruby Glow Blush
  • Manual de instrucciones
  • Control remoto
  • Base de carga magnética

Información adicional

¿Cómo se usan los vibradores?

Usar un vibrador es más fácil que enamorarse de un acento andaluz. No necesitas manual de ingeniería, solo ganas de pasarlo bien y un poco de curiosidad (aunque si tienes manual, tampoco viene mal). Aquí te lo explicamos con arte.

Primero, elige el vibrador que mejor te va: externos para el clítoris y zonas erógenas, internos para estimular el punto G o combinar sensaciones, de pareja para compartir el meneíto, succionadores si quieres precisión milimétrica, o dedales vibradores si te va el “placer con un solo dedo”. Vamos, que hay vibradores para todos los gustos, cuerpos y momentos.

Antes de usarlo, cárgalo (que no queremos que se te quede a medias), límpialo bien y aplica lubricante a base de agua si lo vas a usar en zonas íntimas. Esto mejora la experiencia y cuida tu piel y el material del juguete.

Ahora viene lo bueno: enciéndelo y prueba sus modos. La mayoría tiene varias intensidades y patrones de vibración. Empieza suave, explora zonas distintas del cuerpo y sube el ritmo cuando el cuerpo lo pida. Si estás sola, el vibrador es tu aliado íntimo. Si estás acompañada, es el invitado estrella.

No hay una sola forma correcta de usar un vibrador. Puedes hacer movimientos circulares, aplicar presión directa, combinarlo con otras caricias o dejarlo fijo en una zona sensible mientras haces lo que te apetezca. Escucha tu cuerpo. A veces quiere fuego artificial, y otras veces, solo un vaivén lento con arte.

Cuando termines (y te limpies esa sonrisilla), lava el juguete otra vez, sécalo y guárdalo en un sitio limpio y discreto. Así estará siempre listo para la próxima fiesta íntima.

Y recuerda: usar un vibrador no es solo sexo, es autocuidado, descubrimiento y mucho disfrute. Así que ya sabes, dale al botón sin miedo, que el placer no entiende de tabúes… pero sí de buenas vibraciones.

Ideas de uso en la intimidad

Si piensas que los vibradores son solo para usarlos en solitario y en silencio... ¡te falta calle y un par de ideas con arte! Los vibradores, sean del tipo que sean, están diseñados para acompañarte en tus momentos más íntimos, ya sea a solas, en pareja, o en lo que surja.

Empieza por los juegos previos. Dale un paseo suave por el cuello, los pezones, la espalda baja, los muslos... y observa cómo el cuerpo responde. La vibración despierta zonas que ni sabías que estaban dormidas. Si es un vibrador externo o un succionador, úsalo para estimulación directa del clítoris, despacito al principio, y subiendo de intensidad según lo que pida el cuerpo.

¿Te va lo interno? Los vibradores tipo bala o punto G pueden hacerte ver las estrellas si los combinas con un buen ritmo y un poco de lubricante. También puedes usarlos mientras mantienes relaciones con penetración: doble estímulo, doble fiesta.

En pareja, la cosa se pone aún más interesante. Usa el vibrador mientras besas, acaricias o juegas con tu persona especial. Puedes pasarlo por su cuerpo, dejar que lo usen contigo o incluso controlar tú el ritmo mientras les haces perder la cabeza. Los vibradores de pareja están pensados para eso: placer compartido sin restar cercanía.

¿Quieres subir el nivel? Prueba con un control remoto a distancia, un espejo delante, luces tenues o una fantasía que tengas pendiente. El vibrador es la excusa perfecta para explorar nuevas formas de disfrutarte, sin prisas y con mucho arte.

Y no lo olvides: lo importante no es cómo se usa el vibrador, sino cómo lo vives tú. Porque cuando el cuerpo se lo pasa bien, el alma aplaude desde dentro.

Limpieza y mantenimiento

Después de darte el gustazo, toca mimar a quien te lo ha dado. Porque tu vibrador no solo vibra con arte, también merece un poquito de cariño cuando se apagan las luces.

Límpialo siempre antes y después de cada uso, aunque lo acabes de estrenar. Usa agua tibia y jabón neutro, o un limpiador específico para juguetes eróticos. Nada de alcohol, lejía ni productos raros que puedan dañar el material. Si el vibrador no es sumergible, límpialo con un paño húmedo, cuidando que el agua no llegue al puerto de carga.

Sécalo con un paño limpio y suave, nada de papel de cocina que deje restos, ni toallas ásperas. Cuando esté bien seco, guárdalo en un sitio limpio y fresco, lejos del polvo y del sol. Si venía con fundita, úsala, y si no, dale su rincón especial. Que tu vibrador es como ese amigo que siempre está cuando más lo necesitas: hay que tratarlo con respeto.

Muy importante: usa siempre lubricantes a base de agua, sobre todo si el vibrador es de silicona médica. Los lubricantes de silicona pueden estropear el acabado y no queremos dramas, solo orgasmos.

Y si lo vas a compartir (que también tiene su punto), límpialo bien antes y después de cada uso, o usa un preservativo encima si el diseño lo permite. Tu salud íntima también es parte del placer.

Cuídalo, límpialo y mímalo. Así estará siempre listo para darte su mejor versión… con solo apretar un botón.

Customer Reviews

Be the first to write a review
0%
(0)
0%
(0)
0%
(0)
0%
(0)
0%
(0)

Conóce más productos

¿Cómo elegimos nuestros juguetes?

En Quejío no nos vale cualquier cosa. Aquí no hay batiburrillos ni catálogos sin sentido. Cada juguete que ves ha pasado nuestro “test del quejío”: tiene que ser seguro, tener chispa y estar hecho pa’ dar placer del bueno, sin rodeos ni sustos.

Nuestra selección está pensada para que encuentres justo lo que necesitas (aunque aún no sepas que lo necesitas). ¿Buscas algo pa’ jugar a solas, pa’ dos o pa’ liarla con risas y gemíos? Lo tenemos. ¿Prefieres cositas discretas o te van las emociones fuertes? También.

Clasificamos los juguetes según cómo se usan, lo que provocan, con quién los compartes o por dónde te apetece sentir. Porque el placer no entiende de normas, pero sí de ganas.

Cada categoría tiene su historia, su intención y su picante. Y si te dejas llevar… seguro que acabas encontrando algo que te hace decir "ole tú".

Nuestro compromiso de calidad

Porque el placer bien hecho… es doble placer.

En Quejío no nos andamos con tonterías. Aquí no vendemos cualquier cosa: solo seleccionamos juguetes que cumplen con lo que prometen y que están hechos con mimo, calidad y un poquito de magia (de esa que se nota).

Trabajamos con marcas que garantizan materiales seguros para el cuerpo, como la silicona médica, ABS de alta calidad o recubrimientos suaves y duraderos. ¿Pilas? No, gracias. Apostamos por juguetes recargables, con baterías que aguantan más que una noche de feria. Porque el disfrute no puede depender de una pila que se apague a mitad del “ole”.

Nos importa el planeta tanto como el placer, por eso apostamos por proveedores y productos que siguen procesos más sostenibles, con menos plástico, menos embalajes innecesarios y más compromiso medioambiental. Porque un juguete que respeta tu cuerpo y el entorno, es un juguete redondo.

Además, queremos que el sexo sea tan accesible como divertido. En Quejío encontrarás productos para todos los gustos, niveles y bolsillos, sin renunciar al arte, a la sofisticación ni al buen hacer. Desde lo más básico hasta lo más exquisito, cada juguete está aquí por una razón: nos ha conquistado.

Y sí, los probamos, los analizamos y los seleccionamos con un criterio claro: si no lo recomendaríamos a nuestra gente, no lo ponemos a la venta. Así de claro. Porque vender por vender no va con nuestro rollo. Queremos que confíes en que, elijas lo que elijas, te estás llevando calidad de la buena.

Porque el placer bien hecho… es doble placer.