En Quejío no nos andamos con tonterías. Aquí no vendemos cualquier cosa: solo seleccionamos juguetes que cumplen con lo que prometen y que están hechos con mimo, calidad y un poquito de magia (de esa que se nota).
Trabajamos con marcas que garantizan materiales seguros para el cuerpo, como la silicona médica, ABS de alta calidad o recubrimientos suaves y duraderos. ¿Pilas? No, gracias. Apostamos por juguetes recargables, con baterías que aguantan más que una noche de feria.
Nos importa el planeta tanto como el placer, por eso apostamos por proveedores y productos que siguen procesos más sostenibles, con menos plástico, menos embalajes innecesarios y más compromiso medioambiental. Porque un juguete que respeta tu cuerpo y el entorno, es un juguete redondo.
Y sí, los probamos, los analizamos y los seleccionamos con un criterio claro: si no lo recomendaríamos a nuestra gente, no lo ponemos a la venta. Así de claro. Porque vender por vender no va con nuestro rollo. Queremos que confíes en que, elijas lo que elijas, te estás llevando calidad de la buena.
Porque el placer bien hecho… es doble placer.