Características de Rewoclassy
Vibraciones que retumban… como un tablao en lo alto de un volcán En Quejío lo tenemos claro: el cuerpo habla, pero con REWOCLASSY, grita de gusto.
Este vibrador ha venido a revolucionarlo todo. Si buscas una experiencia intensa, profunda y que te ponga a temblar como si te hubieran tocado las palmas en la entrepierna… este es el tuyo.
Con su forma curva y ondulada, cada movimiento te lleva más adentro del placer. Nada de ir a medias: aquí se viene a gozar de principio a fin, porque el diseño de REWOCLASSY acaricia tu punto G como quien sabe lo que se hace, y lo hace bien.
Detalles del producto:
Tipo de estimulación |
Vaginal |
Tamaño del juguete | 21 cm de altura total |
Diámetro | 3,6 cm |
Patrones de vibración o velocidades | 10 velocidades |
Efecto calor | No disponible |
Peso | 250 gramos |
Sumergible | Sí, resistente al agua (IPX3) |
Carga | Recargable con USB |
Material | Silicona suave. Libre de ftalatos |
Producto vegano | Sí |
Contenido de la caja
- Vibrador Rewoclassy
- Instrucciones de uso
- Cable de carga magnética
Información adicional
¿Cómo se usan los vibradores?
Usar un vibrador es más fácil que enamorarse de un acento andaluz. No necesitas manual de ingeniería, solo ganas de pasarlo bien y un poco de curiosidad (aunque si tienes manual, tampoco viene mal). Aquí te lo explicamos con arte.
Primero, elige el vibrador que mejor te va: externos para el clítoris y zonas erógenas, internos para estimular el punto G o combinar sensaciones, de pareja para compartir el meneíto, succionadores si quieres precisión milimétrica, o dedales vibradores si te va el “placer con un solo dedo”. Vamos, que hay vibradores para todos los gustos, cuerpos y momentos.
Antes de usarlo, cárgalo (que no queremos que se te quede a medias), límpialo bien y aplica lubricante a base de agua si lo vas a usar en zonas íntimas. Esto mejora la experiencia y cuida tu piel y el material del juguete.
Ahora viene lo bueno: enciéndelo y prueba sus modos. La mayoría tiene varias intensidades y patrones de vibración. Empieza suave, explora zonas distintas del cuerpo y sube el ritmo cuando el cuerpo lo pida. Si estás sola, el vibrador es tu aliado íntimo. Si estás acompañada, es el invitado estrella.
No hay una sola forma correcta de usar un vibrador. Puedes hacer movimientos circulares, aplicar presión directa, combinarlo con otras caricias o dejarlo fijo en una zona sensible mientras haces lo que te apetezca. Escucha tu cuerpo. A veces quiere fuego artificial, y otras veces, solo un vaivén lento con arte.
Cuando termines (y te limpies esa sonrisilla), lava el juguete otra vez, sécalo y guárdalo en un sitio limpio y discreto. Así estará siempre listo para la próxima fiesta íntima.
Y recuerda: usar un vibrador no es solo sexo, es autocuidado, descubrimiento y mucho disfrute. Así que ya sabes, dale al botón sin miedo, que el placer no entiende de tabúes… pero sí de buenas vibraciones.
Ideas de uso en la intimidad
Si piensas que los vibradores son solo para usarlos en solitario y en silencio... ¡te falta calle y un par de ideas con arte! Los vibradores, sean del tipo que sean, están diseñados para acompañarte en tus momentos más íntimos, ya sea a solas, en pareja, o en lo que surja.
Empieza por los juegos previos. Dale un paseo suave por el cuello, los pezones, la espalda baja, los muslos... y observa cómo el cuerpo responde. La vibración despierta zonas que ni sabías que estaban dormidas. Si es un vibrador externo o un succionador, úsalo para estimulación directa del clítoris, despacito al principio, y subiendo de intensidad según lo que pida el cuerpo.
¿Te va lo interno? Los vibradores tipo bala o punto G pueden hacerte ver las estrellas si los combinas con un buen ritmo y un poco de lubricante. También puedes usarlos mientras mantienes relaciones con penetración: doble estímulo, doble fiesta.
En pareja, la cosa se pone aún más interesante. Usa el vibrador mientras besas, acaricias o juegas con tu persona especial. Puedes pasarlo por su cuerpo, dejar que lo usen contigo o incluso controlar tú el ritmo mientras les haces perder la cabeza. Los vibradores de pareja están pensados para eso: placer compartido sin restar cercanía.
¿Quieres subir el nivel? Prueba con un control remoto a distancia, un espejo delante, luces tenues o una fantasía que tengas pendiente. El vibrador es la excusa perfecta para explorar nuevas formas de disfrutarte, sin prisas y con mucho arte.
Y no lo olvides: lo importante no es cómo se usa el vibrador, sino cómo lo vives tú. Porque cuando el cuerpo se lo pasa bien, el alma aplaude desde dentro.
Limpieza y mantenimiento
Después de darte el gustazo, toca mimar a quien te lo ha dado. Porque tu vibrador no solo vibra con arte, también merece un poquito de cariño cuando se apagan las luces.
Límpialo siempre antes y después de cada uso, aunque lo acabes de estrenar. Usa agua tibia y jabón neutro, o un limpiador específico para juguetes eróticos. Nada de alcohol, lejía ni productos raros que puedan dañar el material. Si el vibrador no es sumergible, límpialo con un paño húmedo, cuidando que el agua no llegue al puerto de carga.
Sécalo con un paño limpio y suave, nada de papel de cocina que deje restos, ni toallas ásperas. Cuando esté bien seco, guárdalo en un sitio limpio y fresco, lejos del polvo y del sol. Si venía con fundita, úsala, y si no, dale su rincón especial. Que tu vibrador es como ese amigo que siempre está cuando más lo necesitas: hay que tratarlo con respeto.
Muy importante: usa siempre lubricantes a base de agua, sobre todo si el vibrador es de silicona médica. Los lubricantes de silicona pueden estropear el acabado y no queremos dramas, solo orgasmos.
Y si lo vas a compartir (que también tiene su punto), límpialo bien antes y después de cada uso, o usa un preservativo encima si el diseño lo permite. Tu salud íntima también es parte del placer.
Cuídalo, límpialo y mímalo. Así estará siempre listo para darte su mejor versión… con solo apretar un botón.