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Osian Two

Osian Two

Moressa - Bolas chinas

14,95€
ColorRosa intenso
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Características de Osian Two

Las bolas chinas Amoressa OSIAN TWO son mucho más que un complemento íntimo: son un regalo para ti, para tu bienestar y para tu placer. Con un diseño elegante y un tacto que enamora, están pensadas para acompañarte en tu rutina de forma discreta, cómoda y muy placentera.

Perfectas para mujeres que quieren mimarse por dentro, fortalecer su suelo pélvico y, de paso, disfrutar de una sensualidad más intensa. Solo con usarlas durante unos minutos al día mientras te mueves, ya estás invirtiendo en una mejor salud íntima... ¡y en orgasmos más potentes!

Fáciles de usar, cómodas de llevar y muy suaves al contacto, las OSIAN TWO son ese pequeño secreto que mejora tu día a día sin que nadie lo note… salvo tú, claro.

Detalles del producto:

Tamaño de la bola 3,5 cm (16 cm bolas y cuerda)
Diámetro 3,5 cm
Sumergible
Peso 101 gramos
Material Silicona suave de alta calidad libre de Phalatos.
Producto vegano


Contenido de la caja

  • Bolas Osian Two
  • Instrucciones de uso
  • Bolsa de almacenamiento discreta

Información adicional

¿Cómo se usan las bolas chinas?

Ay, niña… ¿quién te ha dicho que las bolas chinas son solo pa' travesuras? 😏

Pues que sepas que además de subir la temperatura, son tus mejores aliadas pa' cuidar el suelo pélvico, ese gran olvidado que lo aguanta tó: los orgasmos, los saltos, los partos y hasta las carcajadas sin escapes.

Las bolas chinas, como nuestras Moressa OSIAN, se colocan como un tampón y se quedan ahí, discretitas, mientras tú haces vida normal. ¿El truco? Que cuando te mueves, ellas vibran suavemente por dentro, provocando contracciones involuntarias que fortalecen los músculos del suelo pélvico sin que te des ni cuenta. ¡Un entrenamiento íntimo y sin gimnasio!

🩷 ¿Y pa' qué sirven, miarma?
  • Más placer y orgasmos intensos (de los que hacen que se te ponga la piel de gallina).

  • Previenen y mejoran la incontinencia (pa' que rías sin miedo).

  • Mejoran la recuperación postparto.

  • Dan seguridad y conexión con tu cuerpo (¡que también se entrena el amor propio!).
🕒 ¿Cómo usarlas con arte?
  • Empieza suave y sin prisas. Si es tu primera vez, con una sola bola y poco peso tienes más que de sobra.

  • Úsalas máximo 15 minutos al día, como quien se toma un cafelito: corto, intenso y con ganas.

  • Camina, baila, haz la compra, lo que tú quieras. Pero que no se te olvide: ¡ellas están trabajando por ti!

  • Sácatelas con cariño, lávalas bien con agua templada y un jabón suave, y guárdalas en un sitio limpio y seco.

  • Constancia, miarma. Un poquito cada día, y tu suelo pélvico se pondrá más fuerte que el taconeo de una bailaora.

Porque cuidar de ti también puede ser un gustazo.

Y ya sabes, como decimos por aquí: "quien bien se entrena, mejor disfruta".

¡A darle alegría al cuerpo, y al suelo pélvico también! 💃✨

Ideas de uso en la intimidad

¿Te pensabas que las bolas chinas eran solo pa’ entrenar? ¡Qué va, reina! También pueden ser un juego erótico la mar de sabrosón si sabes cuándo, cómo y con quién usarlas. Aquí van unas ideas con mucho compás pa’ que le saques todo el partido:

🔥 Calentamiento con compás

Póntelas antes de una cita o una noche de pasión. Mientras cenas, bailas o le guiñas un ojo al personal, tú ya vas calentita por dentro… ¡y eso se nota! Un secreto tuyo que te hará sentir poderosa y deseada.

🛏️ Preliminares con sorpresa

Invita a tu pareja al juego: deja que sea quien te las ponga (con mimo, como quien acaricia una guitarra flamenca). El solo hecho de colocarlas puede ser un momento de conexión e intimidad brutal, donde los gestos suaves lo dicen tó.

😈 “Te las quito yo…”

Después del calentón, retirarlas con lentitud y miradita traviesa puede convertirse en un juego muy, muy estimulante. Si se acompaña de besos y caricias... ¡Apaga y vámonos!

💬 Juego de retos

Si os va la marcha, proponed retos tipo: "Si aguanto 10 minutos con las bolas puestas sin gemir… tú te encargas del resto". O viceversa. Sed creativ@s, que en el juego erótico no hay reglas, solo ganas.

🚿 En la ducha o el baño

Con el calor del agua y el ambiente íntimo, usarlas puede resultar una experiencia súper sensorial y relajante… O todo lo contrario, si se caldea el ambiente. Tú decides el tono.

💖 Consejillo de oro:

siempre con lubricante a base de agua y mucha comunicación. Las bolas son un complemento, no el objetivo final. Lo importante es disfrutar del proceso y del cuerpo, el tuyo y el del otro.

Así que ya sabes, ¡a jugar con arte y a gozar con alegría!

Porque en la intimidad, como en el flamenco: el duende sale cuando te sueltas.

Limpieza y mantenimiento

Después de una buena sesión de placer o entrenamiento, tus bolas chinas se merecen un mimo en condiciones, ¿no crees? Como buena compañera de juegos que es, hay que cuidarlas con gracia y con esmero, pa’ que duren y estén siempre como nuevas.

💦 Agua templada y jabón suave

Justo después de usarlas, enjuágalas con agua templadita y un jabón neutro o íntimo (nada de detergentes de los que usamos pa’ fregar, ¿eh?). Frota con suavidad, como quien limpia un abanico antiguo… ¡con cariño y sin prisas!

🧴 Usa limpiadores especiales

Si tienes un limpiador específico para juguetes íntimos, mejor que mejor. Le das un par de pulverizaciones, lo dejas actuar, y luego aclaras. Así te aseguras una limpieza antibacteriana y apañada.

🧽 Nada de hervir ni meter en el lavavajillas

Aunque sean resistentes, no las maltrates: ni agua hirviendo, ni meterlas en el lavavajillas, ni alcohol, ni toallitas con perfumes. El tacto de la silicona se puede estropear y perder su encanto… y no queremos eso, ¿verdad?

🌬️ Sécalas bien y guárdalas con estilo

Usa un paño limpio o una toalla de algodón, seca bien y luego guárdalas en su bolsita, cajita o en un rincón discreto. Nada de dejarlas sueltas en el cajón junto a las llaves y el pintalabios. Un sitio digno para un objeto de placer tan elegante.

💖 Consejillo Quejío:

si las mimas como a una peineta de tu abuela, ¡te acompañarán muchos años de placer, salud y arte! Porque cuidar de tus juguetes íntimos es cuidarte a ti también.

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¿Cómo elegimos nuestros juguetes?

En Quejío no nos vale cualquier cosa. Aquí no hay batiburrillos ni catálogos sin sentido. Cada juguete que ves ha pasado nuestro “test del quejío”: tiene que ser seguro, tener chispa y estar hecho pa’ dar placer del bueno, sin rodeos ni sustos.

Nuestra selección está pensada para que encuentres justo lo que necesitas (aunque aún no sepas que lo necesitas). ¿Buscas algo pa’ jugar a solas, pa’ dos o pa’ liarla con risas y gemíos? Lo tenemos. ¿Prefieres cositas discretas o te van las emociones fuertes? También.

Clasificamos los juguetes según cómo se usan, lo que provocan, con quién los compartes o por dónde te apetece sentir. Porque el placer no entiende de normas, pero sí de ganas.

Cada categoría tiene su historia, su intención y su picante. Y si te dejas llevar… seguro que acabas encontrando algo que te hace decir "ole tú".

Nuestro compromiso de calidad

Porque el placer bien hecho… es doble placer.

En Quejío no nos andamos con tonterías. Aquí no vendemos cualquier cosa: solo seleccionamos juguetes que cumplen con lo que prometen y que están hechos con mimo, calidad y un poquito de magia (de esa que se nota).

Trabajamos con marcas que garantizan materiales seguros para el cuerpo, como la silicona médica, ABS de alta calidad o recubrimientos suaves y duraderos. ¿Pilas? No, gracias. Apostamos por juguetes recargables, con baterías que aguantan más que una noche de feria. Porque el disfrute no puede depender de una pila que se apague a mitad del “ole”.

Nos importa el planeta tanto como el placer, por eso apostamos por proveedores y productos que siguen procesos más sostenibles, con menos plástico, menos embalajes innecesarios y más compromiso medioambiental. Porque un juguete que respeta tu cuerpo y el entorno, es un juguete redondo.

Además, queremos que el sexo sea tan accesible como divertido. En Quejío encontrarás productos para todos los gustos, niveles y bolsillos, sin renunciar al arte, a la sofisticación ni al buen hacer. Desde lo más básico hasta lo más exquisito, cada juguete está aquí por una razón: nos ha conquistado.

Y sí, los probamos, los analizamos y los seleccionamos con un criterio claro: si no lo recomendaríamos a nuestra gente, no lo ponemos a la venta. Así de claro. Porque vender por vender no va con nuestro rollo. Queremos que confíes en que, elijas lo que elijas, te estás llevando calidad de la buena.Porque el placer bien hecho… es doble placer.

En Quejío no nos andamos con tonterías. Aquí no vendemos cualquier cosa: solo seleccionamos juguetes que cumplen con lo que prometen y que están hechos con mimo, calidad y un poquito de magia (de esa que se nota).

Trabajamos con marcas que garantizan materiales seguros para el cuerpo, como la silicona médica, ABS de alta calidad o recubrimientos suaves y duraderos. ¿Pilas? No, gracias. Apostamos por juguetes recargables, con baterías que aguantan más que una noche de feria. Porque el disfrute no puede depender de una pila que se apague a mitad del “ole”.

Nos importa el planeta tanto como el placer, por eso apostamos por proveedores y productos que siguen procesos más sostenibles, con menos plástico, menos embalajes innecesarios y más compromiso medioambiental. Porque un juguete que respeta tu cuerpo y el entorno, es un juguete redondo.

Además, queremos que el sexo sea tan accesible como divertido. En Quejío encontrarás productos para todos los gustos, niveles y bolsillos, sin renunciar al arte, a la sofisticación ni al buen hacer. Desde lo más básico hasta lo más exquisito, cada juguete está aquí por una razón: nos ha conquistado.

Y sí, los probamos, los analizamos y los seleccionamos con un criterio claro: si no lo recomendaríamos a nuestra gente, no lo ponemos a la venta. Así de claro. Porque vender por vender no va con nuestro rollo. Queremos que confíes en que, elijas lo que elijas, te estás llevando calidad de la buena.