Características de Durex Natural XL
No hay nada más sexy que cuidarse… y si además se siente como si no hubiera nada entre medio, mejor. Los Durex Naturals están diseñados para quienes quieren placer real, contacto auténtico y cero distracciones.
Olvídate del olor a goma, de las texturas artificiales o de lubricantes que sobran más de lo que ayudan. Estos preservativos están lubricados con una fórmula a base de agua, sin perfumes, colorantes ni ingredientes raros: solo lo justo para deslizarse suavemente, respetando el equilibrio natural del cuerpo —y subiendo la temperatura sin interrumpir el momento.
Son finos, cómodos y tan discretos que puede que te preguntes si realmente están ahí. (Spoiler: están. Y te están cuidando mientras tú te dejas llevar.)
Perfectos para noches de pasión lenta o encuentros rápidos con fuego. Para cuerpos que se buscan, se encuentran… y no quieren nada que se interponga entre el deseo y la acción. Porque lo natural no es aburrido. Lo natural es salvaje, libre y placentero.
Paquete de 12 unidades.
Información adicional
¿Cómo se usan los preservativos?
Usar un preservativo no solo es cuidarse, es una forma de quererse, y de seguir disfrutando sin frenos. Lo importante es hacerlo bien, sin prisas, sin nervios y, por supuesto, sin matar el momento.
Cuando llegue la hora del placer, saca el preservativo con cuidado del envoltorio. Evita los dientes o las uñas, que esto no es una pelea de felinos, es un juego de seducción. Asegúrate de que está del lado correcto: el borde enrollado debe quedar por fuera. Si lo pones mal, no intentes darle la vuelta. Mejor usar uno nuevo. Aquí no hay segundas oportunidades.
Antes de colocarlo, aprieta la punta con los dedos para dejar espacio al esperma y evitar que el aire quede dentro, así reduces el riesgo de que se rompa. Luego, con la otra mano, deslízalo hasta la base del pene erecto con calma, pero con seguridad. Si todo está en su sitio, el resto es dejarse llevar.
Cuando termine el juego (y tú también), sujeta el preservativo desde la base al retirarlo, preferiblemente justo después de la eyaculación, antes de perder la erección. Enróllalo con cariño, hazle un nudito y tíralo a la basura. Nada de echarlo al váter, que lo sexy no quita lo responsable.
Y recuerda: los preservativos también pueden formar parte del juego. Incorporarlos con gracia, combinarlos con lubricantes a base de agua o jugar con diferentes texturas y sabores puede ser el inicio de una noche más divertida que nunca.
Cuidarse no es un obstáculo. Es una invitación para hacer de todo… con más ganas.
Cómo desechar un preservativo
El momento fue 🔥, el cuerpo feliz… y ahora toca cerrar el juego con la misma elegancia con la que lo empezaste. Sí, hablamos de tirar el preservativo. Porque cuidar el placer también incluye cuidar el entorno.
Después de usarlo, retira el condón sujetándolo bien por la base para evitar derrames. Hazle un nudito (no romántico, pero sí muy útil), enróllalo y envuélvelo en un papel o en su mismo envoltorio. ¿Y después? A la papelera, siempre. Nunca, nunca al váter. Aunque parezca tentador, tirarlo por el inodoro puede provocar atascos, dañar el sistema de aguas y contaminar ríos y mares. Y no hay nada sexy en eso.
El placer no tiene por qué dejar huella en el planeta. Tirar el preservativo de forma responsable también es parte del juego: un pequeño gesto con mucho impacto. Porque cuando el deseo se vive con conciencia, se disfruta el doble.